Corina, un cuento de hadas tróspido

Vale, sé que llego tarde y que este programa acabó hace tiempo, pero he de confesarme fan acérrimo de este tipo de programas desde hace un mes y ‘Un príncipe para Corina’ es la culminación de un formato absurdamente genial.

UPPC cuenta la historia de una joven andaluza en busca de su príncipe azul. Tendrá que elegir entre 24 pretendientes que pertenecen a las categorías de guapos, simpáticos, únicos y nerds, aunque al principio del programa realmente cueste diferenciar a unos de otros… Todo en el programa es narrado como si de un gran cuento de hadas se tratara. Tenemos a la princesa, a una buena cantidad de sapos, la bruja y los consejeros (hermana y mejor amigo de Corina).

El casting

El casting es brutal, no sé si se tratará de actores o no, y si lo son no quiero saberlo.

Empezando por los guapos tenemos a Cain, un chico de mandíbula cuadrada y labios carnosos; Roberto, carne de gimnasio que dice ser evangelista e ir todos los domingos a misa y a Dieguito y Pascual que parten como favoritos desde el minuto 1.

Los nerds son de los más normalito (para ser nerds, claro). Entre ellos podemos encontrar a un pequeño rapero que no conseguirá que Corina le tome en serio y que intenta buscar la explicación de todo a base de rimas; David Pedre un gallego más bruto que un arao’ y que tiene gallinas y tierras; y el Capitán América héroe supremo de todos los nerds por llegar a la final con streaptease incluido.

Entre los simpáticos hay que destacar a Guillermo ‘Torre de Amor’, que el único que lo ve como favorito es él mismo; Álvaro ‘Risa floja’ que protagonizará la primera cita más ridícula de la historia y Quique, un chico que se define a sí mismo como delgado y que acabará convirtiendo en uno de los mejores descubrimientos del programa. Un tripi-enamorado de la vida, mentor y causante del despertar del Capitán América.

Por último está el grupo de los únicos. La creme de la creme. Tenemos a un guapo cansino y llorón que tiene una segunda oportunidad y la desaprovecha gracias a la aparición estelar de su voluptuosa ex, un tío que se cree Ken y que canta el himno del Barça, un vampiro, sí, un vampiro que es fan de OBK; un boxeador que la liará pardísima y un chino vasco fan de póster de Sasha Grey que suelta lindezas como: ‘desde que me dejó Corina he descubierto una página porno nueva’.

Los mejores momentos

El programa está lleno de grandes momentos y no sabría con cual quedarme. Desde la censura el chino-vasco (¿Padre de Corina, por qué * * * * lo echaste?), las fumadas y preguntas de Quique o el streaptease ya mencionado del Capitán America y su cita en Italia que pese a llevarse un cobrazo en toda regla, le convierten en el héroe absoluto del programa. Si tengo que quedarme con uno, creo que el momento ‘Resacón en Canarias’ con Americana incluida. Más por Quique que por Brian ¿Pero cómo se puede estar tan genialmente mal de la cabeza?

El montaje

Lo que hace grande a este tipo de programas es ese montaje tan brutalmente bueno, gracioso hasta decir basta. Soy un puto fan de la gente que hay detrás del programa. Frases sacadas de contexto, situaciones cómicas qué serían impensables de cualquier otro modo. Es el súmmum del absurdo convertido en humor y llevado a la máxima potencia. ¿Y qué me decís de la música? La canción indicada en el momento exacto. Esa bella y bestia, esa gran noche de Raphael, todo temazos, no se equivocan en un solo momento. No hay absolutamente nada en el programa que falte (¡Ese homenaje a Trainspotting en la final! ¡Fan incondicional!)

Corina

Y claro, falta hablar de la protagonista. Aunque en un principio parece estar en un segundo plano, la princesa demostrará un sentido del humor brutal para aguantar a esta panda de tarados en citas tan subrealistas que parecen estar salidas de la cabeza de los guionistas de LOST. ¡No pienso perderme ninguno de estos formatos a partir de este momento!

Para despedirme pongo la canción tres del disco de baladas de Scorpions como hilo musical; deciros que no me gusta el porno, pero lo veo; que mi bollo favorito es el ‘cruisan’ y que recordéis: ‘cualquiera puede ser batman’.